Quinta de Santa Victoria.
La finca fue adquirida en el siglo XVIII por Eugenio de Mena que, además, compró 125 Hectáreas de terreno en el término de Hortaleza.
Era conocida como la Casa de MENA pero con el paso del tiempo su denominación se vio determinada por la huerta que se encontraba en su interior, por lo que los habitantes del pueblo de Hortaleza se referían a ella como la Huerta MENA.
En 1902 D. José Gasset Chinchilla había adquirido varias fincas rústicas en Hortaleza, alguna de ellas compradas a D. Guillermo Ballester y también compró la finca denominada de la Huerta Mena a D. Manuel del Saz Caballero. Una de las primeras cosas que hizo fue instalar el teléfono en el año 1902.
La familia Gasset tenía intención de pasar grandes temporadas de tiempo en la finca recién adquirida por lo que tenia solicitó a la Compañía Madrileña de Telefonía la instalación de un teléfono. Para proceder a la instalación de la línea el apoderado de la mencionada compañía telefónica se dirigió al Ayuntamiento solicitando licencia para colocar a lo largo de la carretera que conducía a Madrid una serie de postes telefónicos y poder dar el oportuno servicio. La Corporación acordó por unanimidad conceder la oportuna licencia sin perjuicio de lo que pudiera corresponder a la Diputación Provincial puesto que la carretera también era subvencionada por esta última.
Posteriormente la Quinta paso a manos del dramaturgo Carlos Arniches, que la utilizaba como lugar de recreo durante los veranos, alternándola con sus estancias en Fuenterrabía. A partir de 1922 la familia fue incrementando sus estancias en Hortaleza y reduciendo sus viajes al Norte.
Con posterioridad la finca fue comprada por el Doctor Manzanete.
Como el resto de las fincas, con el paso del tiempo no solo había cambiado de propietarios, sino que también lo fue haciendo su fisonomía. Aunque hoy permanece como finca independiente, su estado de conservación y su utilización no tienen nada que ver con la quinta de recreo que fue a primeros del siglo pasado.
En al actualidad la Finca de los Almendros es un centro abierto para la atención de drogodependientes, que se encuentra bajo el patrocinio de la Comunidad de Madrid y es regentada por las monjas adoratrices. La finca se encuentra, prácticamente, aislada de las viviendas que conforman el núcleo histórico de Hortaleza, enclavada entre la calle de Gregorio Sánchez Herráez, la vía del ferrocarril y la M40.