Mas allá de la propuesta planteada por una Asociación de vecinos, creo que es la Unión de Hortaleza, y aprobada en el pleno de la Junta Municipal del distrito de Hortaleza del día 18 de septiembre, acerca de talar la imagen tallada en uno de los pinos del parque de Valdebebas, creo que la cosa no pasará de ahí, y no debería de pasar.
Esta polémica podría enmarcarse dentro del vicio que tienen las izquierdas y los populistas de destruir, de quitar de en medio aquello que no les gusta. Sea del agrado de otros, tenga valores artísticos, o históricos. Les da igual. No respetan la pluralidad, ni la historia si no es la que ellos defienden. Entiendo que es una forma de llegar a ningún sitio. Tu pones, yo quito. Tu quitas, yo pongo.
La otra cuestión es sobre el nombre de la escultura: la «Virgen del Abrazo». No sé si ha sido el propio autor quien la ha bautizado así, o ha sido la voz popular quien la ha nominado. Sea cual sea su origen, yo creo que el nombre que mas se adecua a sus condiciones es el de la VIRGEN DE LOS CENAGALES.
El nombre de la Virgen del Abrazo no hace honor al lugar, sin embargo la Virgen de los Cenagales, será para siempre reconocida haciendo honor a sus raíces, nunca mejor dicho, y al lugar donde las mismas se desarrollaron como manifiesta Jesus Arévalo, el autor de la obra, al describir su trabajo: » Esta imagen está tallada en un tronco arraigado en el suelo. Cuando esto sucede la imagen se convierte en continuación de lo que la naturaleza ha ordenado durante la vida del árbol… De este modo se puede decir que la escultura comenzó a realizarse cuando el árbol se plantó»