En Hortaleza corría la primera parte del siglo XX. La llegada del arquitecto municipal supuso una mejora en la estética del pueblo.
El Ayuntamiento solicitó 200 acacias y, otras tantas, moreras, con la intención de repoblar algunas de las calles del pueblo, especialmente en el Paseo de los Sagrados Corazones, por ser la vía principal de entrada y salida del mismo.
La buena marcha de las edificaciones se mantenía hasta el punto de que el Ayuntamiento tuvo que intervenir en su regulación de una manera significativa.
En el inicio del Camino Viejo a Madrid se estaban empezando a construir viviendas que eran ocupadas con gran celeridad.
A las pocas casas que se habían construido, se les conocía como el Barrio de los Murallones, debido a su ubicación detrás de las altas paredes de la finca de la familia de Benito Muñoz.
De una manera parecida a lo solicitado por los vecinos del barrio de la Unión, aunque en este ocasión por iniciativa municipal, el barrio pasó a llamarse, a partir del 24 de Octubre de 1929, Barrio de San Matías.
Curiosamente, la denominación que se utilizaba en el pueblo para indicar el barrio, ni era la del Barrio de los Murallones, ni la de San Matías. Los vecinos se referían al núcleo de población como Barrio del Lavadero, en referencia, a que el lavadero municipal estaba ubicado en el entorno del mencionado barrio.
Las nuevas edificaciones, que se estaban levantado, evidenciaban la necesidad de dotar de iluminación a determinados puntos del pueblo.
El ayuntamiento, acordó en 1931, poner dos luces públicas en el Barrio de San MatÍas.
Aprovechando la ocasión para incrementar los dos puntos de luz, el Ayuntamiento planteó, a la Compañía Industrial, que era la encargada del suministro, revisar el contrato. La Compañía Industrial había comprado el negocio a la Compañía Madrileña de Urbanización que, en 1906, fue quien suscribió el contrato para el suministro de electricidad al pueblo. El Ayuntamiento tenía conocimiento de que tanto Chamartín de la Rosa, como Canillas, Fuencarral y Canillejas habían mejorado sus condiciones de sus respectivos contratos, por lo que, también, pretendía mejorar las condiciones del mismo. .